Olivia Starck es una política que tiene una hija llamada Aurelia y tras la muerte de su primer marido se volvió a casar con un hombre llamado Philippe, al que ahora decide seguir porque sospecha que la está engañando con otra.

Le sigue hasta un acantilado en el que Philippe se reúne con su amante que resulta ser Aurelia, la hija de Olivia.

Olivia no tiene mucho tiempo de asimilarlo porque cuando Aurelia se despide de Philippe, él se cae por el acantilado y muere en el fatal accidente.

Tras escuchar sus gritos Aurelia vuelve y lo encuentra muerto y decide marcharse del lugar sin avisar a la policía, lo mismo que hace Olivia.

Ya en casa Olivia decide coger un ferry junto a su hija para visitar a su padre y así tener una cuartada en caso de que sean sospechosas de la muerte de Philippe.

Y por el camino Olivia se sincera con su hija y le dice que estaba en el acantilado y sabe que era la amante de su marido.

Durante casi toda la película vamos siguiendo ese viaje que hacen madre e hija y en el que hay momentos en los que se llevan bien, otros en los que dejan salir los reproches, tenemos alguna que otra pelea para luego volver a llevarse bien… y así todo el rato.

Además Aurelia no puede evitar pensar que quizás la muerte de Philippe no fue un accidente y su madre lo empujó, aunque ya vemos en el principio de la película que no es así.

Es una película muy tranquila en la que también vamos viendo algunos fragmentos de la relación de Philippe con Olivia y Aurelia.

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