Todo comienza cuando Tintín en un mercado ve una maqueta de un barco que le llama tanto la atención que decide comprarlo. Ese barco se llama el Unicornio, zarpó de Barbados en el siglo XVII pero no llegó a su destino ya que fue atacado por piratas. El único superviviente fue el capitán Francisco de Hadoque quien al ser rescatado estaba convencido que su linaje estaba maldito.

El Unicornio transportaba ron y tabaco a Europa, pero se sospechaba que también llevaba un cargamento secreto. Antes de su muerte Francisco aseguró que solo un auténtico Hadoque descubrirá el secreto del Unicornio.

Pero Tintín no es el único que estaba interesado en ese barco, también lo está el señor Sakharine, ya que en su interior hay uno de los fragmentos del pergamino que llevan a encontrar un tesoro.

Por el camino se encontrará con el capitán Archibaldo Haddock, el último descendiente de Francisco Hadoque que sigue vivo y al que su abuelo en su lecho de muerte le contó el secreto del Unicornio, pero resulta que el capitán Haddock es un aficionado a beber alcohol lo que ha provocado que lo olvide.

Tintín, su fiel amigo Milú y el capitán Haddock pondrán rumbo a Marruecos para intentar conseguir el último fragmento del pergamino antes de que lo consiga el señor Sakharine.

La película se mete desde el principio en la trama, tiene un buen ritmo pero aunque intenta darle suspense a las situaciones, cuando Tintín se da cuenta de las cosas ya las hemos deducido mucho antes. Es una buena película para ver junto a los peques (7+)

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