La familia tiene un precio
La familia tiene un precio es una divertida comedia italiana en la que un matrimonio al ver que sus hijos pasan de ellos, idea un plan para que vuelvan a tener contacto.
Carlo y Anna se quedan solos en la casa cuando su hijo Emilio, que ya tiene trabajo, decide alquilarse un piso en la ciudad y su hija Alessandra se va a vivir con su novio Rocco que es dentista.
Ya ha pasado más de un año y Anna está disgustada porque sus hijos solo van a visitarlos si necesitan algo y siempre tiene que ser ella la que les llame por teléfono y tampoco es que a sus hijos les haga mucha ilusión recibir esas llamadas.
No acuden a casa ni para celebrar los cumpleaños ni para el entierro de la tía Tea, ya que como la veían poco no lo creen necesario. Y para rematar Emilio y Alessandra les dicen a sus padres que este año no van a ir a casa por Navidad.
Carlo está cansado de las constantes quejas de Anna porque los hijos pasan de ellos así que idea un plan en el que involucran a Giuliana, que es la madre de Anna.
Y es que es la abuela la que le dice a sus nietos que la tía Tea le ha dejado a sus padres una herencia de 6 millones de euros. Con esta mentira Carlo está seguro que los hijos se volverán a acercar a ellos y Anna podrá cumplir su deseo de pasar las navidades con sus hijos.
Para que se crean la mentira, Carlo alquila un ferrari y compran algunas cosas como ropa y relojes para aparentar que tienen dinero.
Y mira por donde casualmente ahora los hijos van corriendo a casa, están encantadores y no paran de querer hacer cosas junto a sus padres, además de decirles que han cambiado de idea y ahora sí que van a pasar las navidades con ellos.
Alessandra ve una oportunidad para dejar de trabajar como recepcionista en la clínica de su novio y montar su propio negocio. Y Emilio ve la oportunidad para mejorar la situación en el trabajo ya que su jefe le trataba fatal, pero ahora que se ha enterado de la herencia de sus padres le propone hacerse socio a cambio de 200.000 euros.
El plan de Carlo y Anna es engañar a sus hijos hasta después de Navidad, pero la situación se va complicando y no paran de gastar cada vez más dinero para mantener la mentira y como sigan así se van a quedar sin un euro en la cuenta.
La película La familia tiene un precio me ha resultado más interesante y entretenida de lo que me esperaba. Ves a unos padres contentos porque ahora vuelven a tener contacto con sus hijos, pero a la vez están disgustados al ver que sus hijos son unos interesados y solo están ahí por el dinero.
Mientras que Alessandra y Emilio piensan que sus padres les deberían dar dos millones a cada uno y van buscando la manera de que les den el dinero sin pedirlo directamente, para tratar de disimular que están ahí por el dinero.
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