Hay personas que no tienen escrúpulos a la hora de aprovecharse de los demás, es el caso de los protagonistas de la película I care a lot.
Marla Grayson y su novia Fran ya se han aprovechado de docenas de jubilados haciendo que nombren a Marla su tutora legal, para así hacerse con todo su dinero.
Marla está compinchada con la doctora Karen que ha cambio de dinero le va seleccionando a sus pacientes mayores ricos y también con el director de una residencia de ancianos de lujo, Sam Rice, donde les obligan a ingresar.
Una vez seleccionada la víctima, la doctora Karen miente en sus informes asegurando que no están bien mentalmente y necesitan un tutor legal que administre sus bienes y cuide de ellos.
Entonces Marla va a juicio y aunque la familia se oponga, consiguen que el juez, que considera que ella hace una gran labor y es muy profesional, le nombre su tutora legal.
El siguiente paso es ingresar al anciano o anciana en la residencia del director Sam Rice, que está metido en el engaño, y ellas venden la casa, joyas… y todo lo que tenga la víctima, para supuestamente pagar los gastos de su estancia en la residencia y su medicación.
Ahora van a por su siguiente víctima que se llama Jennifer Peterson, se acaba de jubilar, tiene mucho dinero y no tiene familia, por lo que es la víctima perfecta. Aunque Jennifer está perfectamente, Marla consigue que la nombren su tutora legal y la obliga a ingresar en la residencia en contra de su voluntad.
Pero Marla y Fran esta vez han ido a dar con la persona equivocada, Jennifer no está tan sola en la vida como ellas creían y alguien está muy enfadado por lo que le han hecho.
La película I care a lot es una mezcla de thriller y comedia negra que comienza bien, desde el principio odias a la protagonista por cómo se aprovecha de los ancianos, pero después toma otro camino la película que ni me gusta, ni lo entiendo. Y además sabiendo la persona que está relacionada con Jennifer, no me resulta nada creíble las cosas que pasan.