Desde Perú llega la comedia romántica ¿Nos casamos? Sí, mi amor en la que un hombre decide dar el siguiente paso en su relación y casarse, sin tener en cuenta lo caro que sale una boda.

Todo comienza cuando Guillermo decide que es el momento de pedirle matrimonio a su pareja, pensando que es lo que quiere Bea. Tras una accidentada petición en un restaurante ella no es que parezca muy ilusionada, ya llevan unos ocho años juntos y lo considera un gasto innecesario y no es que vayan muy sobrados de dinero.

Enseguida Bea se ilusiona con la boda de la que Guille le dice que se encargará de todo, quien no tarda en darse cuenta de lo caro que resulta casarse con todo lo que quiere para la boda.

Por suerte ahí están sus amigos para ayudarle y concretamente Max al que se le ocurre una gran idea, le pide a su madre que les deje su gran casa con jardín para celebrar allí la boda.

La madre de Max acepta muy ilusionada y hasta dice que se hará cargo de todos los gastos de la boda, tiene mucho dinero y se lo puede permitir, pero en realidad lo hace porque piensa que el que se casa es su hijo. Max no la saca de su error para que así su amigo tenga la boda que no se puede permitir.

Ahora tienen que organizar toda la boda sin que la madre descubra que no es su hijo el que se va a casar. Y la cosa se va complicando porque la madre les da el teléfono de un wedding planner llamado Abel que es amigo suyo, por lo que tienen que preparar toda la boda sin que Abel descubra que el novio es Guille.

Y además a Bea no le dicen nada de lo que está pasando por lo que Max y Guille tienen que estar atentos cuando Bea y la madre están juntas para que no descubran la verdad.

Toda la película se centra en la preparación de la boda y todas las maniobras que tienen que hacer para no ser descubiertos.

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