Don’t let me stay

Don't Let Me Stay

La película Don’t let me stay (No dejes que me quede) es una mezcla de suspense y drama, más de lo segundo que de lo primero, en la que seguimos a un grupo de jóvenes que se reúnen en una casa victoriana que no es una casa común y corriente.

Thomas se marchó hace un par de años para recorrer Europa y ver sitios arquitectónicos curiosos ya que le apasiona ese tema. Hace unos tres meses que ha vuelto, se ha comprado una casa victoriana y ha invitado a sus amigos de la universidad, con los que no ha tenido contacto desde que se marchó, a pasar el fin de semana en su casa.

 

Todos aceptan la invitación y tenemos a Jackson que es el mejor amigo de Thomas, Clyde con su novia Dakota con la que lleva muchos años, Connie que es la exnovia de Jacson, Will que es el mejor amigo de Clyde y Daniel que es el hermano de Thomas. Además, ha sido invitado David Peterson que fue el profesor de historia de Thomas y Jackson, antes era arquitecto y fue el que le metió el gusanillo de la arquitectura a Thomas.

El reencuentro es un poco tenso por parte de Jackson y Connie ya que es la primera vez que se vuelven a encontrar desde que lo dejaron y ahora él tiene una nueva novia que está embarazada de unos cuatro meses.

Aunque se supone que están solos algunos de ellos van viendo que si a una mujer fuera en el jardín, que si escuchan a un niño…

 

Pero la película se centra en contarnos la historia de cada uno de ellos lo que hace que se vuelva un poco aburrida con tanto drama, ya que estás todo el rato esperando a que pase algo en la casa o que nos cuenten la historia de ese misterioso lugar.

Don’t let me stay es una película de bajo presupuesto en la que sinceramente lo único que vale la pena son los últimos siete minutos aproximadamente que es cuando ya por fin se deciden a contarnos lo que sucede con esa casa y el motivo por el que han sido invitados, que se supone que es de lo que trataba la película.

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