Mudarse a un nuevo país en el que no conoces el idioma no es fácil, pero si además le sumas a un extraño vecino que no deja de seguirte pues la cosa se vuelve más terrorífica. Esto lo veremos en la película El extraño en la que seguimos a un matrimonio, Julia y Francis que se acaban de mudar a Bucarest por cuestiones laborales.
A Francis le han ascendido en su trabajo y se ha tenido que ir a vivir de Nueva York a Bucarest, pero para él eso no es mucho problema ya que su madre era de allí y conoce el idioma. En cambio Julia no sabe rumano y lo va aprendiendo poco a poco, aunque por suerte se va encontrando con personas que sí que conocen su idioma.
Julia en Nueva York era actriz y aquí de momento no trabaja porque acaban de llegar y aún se está adaptando al país y aprendiendo el idioma.
Desde que han llegado a su nuevo hogar Julia se ha dado cuenta que hay un vecino en el edificio de enfrente que no para de observarles por la ventana. Esto le resulta incómodo y suelen tener la cortina cerrada para que no pueda verles aunque eso no quita que se sienta nerviosa al saber que él sigue mirando.
Como no está segura de si es a ella a la que observa, una noche decide saludarle con la mano y para su sorpresa el vecino le responde por lo que le queda claro que es a ella a la que está espiando todo el tiempo.
Cuando se lo cuenta a su marido tampoco es que le de mucha importancia pero ante la insistencia de Julia acaban llamando a la policía que tampoco es que se lo tome muy en serio y más cuando el vecino que no para de observarla la denuncia a ella por espiarle. Para la policía esto se arregla con un simple apretón de manos y aquí no ha pasado nada, como si fuesen niños que se han peleado.
A todo esto a los recién llegados les hablan de la noticia de que en la ciudad hay un asesino en serie al que llaman La araña, que está matando a mujeres cortándoles el cuello.
El vecino no se limita a observarla constantemente por la ventana, también se lo va encontrando en el cine, el supermercado, el metro… lo que hace que Julia esté cada vez más nerviosa y quiera marcharse de allí.
¿Y qué hace Francis? pues viene a decirle que no se comporte como una loca, que viven en el mismo barrio y es normal que coincidan en las tiendas, que no se obsesione tanto con él y que todo es culpa de estar en un país nuevo en el que no conoce el idioma.
Entre que su marido trabaja muchas horas, no siente que la apoye y el vecino al que le tiene miedo porque no para de acosarla, para Julia se le va haciendo la situación cada vez más insoportable.
Esta angustia que siente Julia la iremos siguiendo a lo largo de 1 hora y 31 minutos en una película en la que la parte en la que hablan en rumano no la subtitulan, quizás para que así sintamos lo que siente Julia al no conocer el idioma del lugar que será su nuevo hogar.