El hombre invisible (1933)
El hombre invisible es una adaptación de la novela homónima de H.G. Wells. Dirigida por James Whale y protagonizada por Claude Rains (aunque… tampoco es que se le vea mucho).
Griffin es un científico que ha conseguido volverse invisible mediante un procedimiento que ha descubierto trabajando a escondidas de su jefe y sus colegas. Buscando una forma de mantener el secreto y descubrir una forma de volver a ser visible, alquila una habitación en una posada para poder trabajar con tranquilidad. Por desgracia, la misma sustancia que le ha vuelto invisible también le ha afectado a la mente, y ahora Griffin se está convirtiendo en un megalómano que sin ser visto aterroriza el pequeño pueblo que iba a ser su refugio y mantiene en jaque a la policía.
Es una adaptación bastante fiel a la novela en la que se basa, aunque deja mucho más claro que Griffin se está volviendo loco, explicando su errático comportamiento.
La película el hombre invisible en general está bastante bien. Tiene sus partes de suspense, también de humor y una historia de amor trágico que no acaba de cuajar con el resto de los componentes. Y las actuaciones van de pasables a buenas según el actor. Eso sí, lo que realmente destaca en la película son los efectos especiales.
Griffin quitándose las vendas y la ropa revelando que no hay nada debajo, pantalones sueltos que corren, una bicicleta que anda sola, libros que se mueven sin que nadie los sostenga, huellas que aparecen en la nieve. Es impresionante; sobre todo cuando uno no se espera unos efectos de tal calidad en una película de hace ochenta años.
No es una película excelente, pero sorprende, mantiene el interés y no aburre. ¿Pero el hombre invisible es de terror? Más bien la clasificaría como un thriller. El origen de la amenaza no es sobrenatural, no es exactamente un monstruo y no tiene ‘sabor’ a película de terror. Entre otras cosas, después del caos inicial la respuesta que se organiza para neutralizar a Griffin es inteligente, meticulosa y efectiva. Sin embargo, el protagonista es un asesino demente e invisible. Verla no da miedo, pero si estuviera en esa situación tendría mucho miedo… En este caso eso me vale para convalidarla como película de miedo.
Un 7 sobre 10.