Seguimos con películas que ya tienen unos cuantos años, pero que seguramente no habrás visto. En esta ocasión se trata de la interesante película Harakiri, que es del año 1962 y tiene una duración de 2 horas y 12 minutos.
La historia tiene lugar en Japón en el siglo XVII. Tras la guerra civil muchos samuráis se quedan sin trabajo y no pueden soportar el deshonor y la agonía de la pobreza.
En la película seguimos a uno de esos samuráis, se llama Hanshiro Tsugumo que un día va hasta la casa del clan Iyi para solicitar el suicidio a través del ritual sagrado del Harakiri.
Allí es recibido por el jefe del clan Iyi que se llama Kageyu Saito y le cuenta que ya son varios los que han ido diciendo lo mismo, pero que en realidad lo que quieren esos samuráis es conseguir un trabajo o unas monedas, igual que ocurre en otras casas de clanes.
Así que Kageyu le cuenta lo que sucedió con el último samurái que fue allí con esa intención, se llamaba Motome Chijiwa y nos enseñan lo que pasó, que viene a ser que le obligaron a realizar el ritual aunque no era lo que quería.
Hanshiro Tsugumo le asegura a Kageyu que él sí que tiene la intención de realizar el ritual del Harakiri, pero antes quiere contar su historia.
Y es ahí cuando les desvela que conocía a Motome Chijiwa, ya que era el hijo de un buen amigo además de su yerno porque Motome estaba casado con su hija Miho. Esta revelación Harakiri hace sospechar a Kageyu Saito que Hanshiro no está allí por casualidad.
A partir de ahí Hanshiro va contando su trágica historia y descubrimos los motivos que llevaron a Motome a acudir al clan Iyi y han llevado a Hanshiro a tomar esta decisión.
A pesar de que Harakiri es una película larga y muy tranquila, no se hace aburrida y mantienes el interés en conocer toda la historia que nos va contando Hanshiro, aunque el final me lo esperaba un poco diferente.