Ya el título de esta serie de animación infantil, Una sonrisa roja como la sangre: Cuentos de los hermanos Grimm, llama la atención, pero si además tiene misterio y momentos divertidos pues mucho mejor.
Es la historia de dos hermanos, Hansel y Gretel, cuyos padres son el rey y la reina del reino de Grimm. Eran felices hasta que un día sus padres hicieron algo horrible, que ya sabréis al ver la serie, y decidieron marcharse en busca de unos padres mejores.
Así comienza el viaje de Hansel y Gretel que les llevará a vivir varias aventuras y encontrarse en situaciones peligrosas como la que vivirán al encontrarse con la señora Baker, que vive en una casa de golosinas y a la que le gusta demasiado los niños, también se encontrarán con un malvado brujo que roba el alma de las niñas, con un feroz dragón que asola el reino… pero no todos son malos, también se encontrarán con buena gente.
La historia nos la cuentan tres cuervos que son sin duda lo mejor de la serie, William va narrando la historia, Jacob digamos que es el sensato «esto no lo puedes mostrar que hay niños viendo esto» «que no vayan por ahí, es muy peligroso» y cosas así, y después tenemos a mi preferida, es una loca divertida que va a su bola y le da humor a la serie, las partes con sangre de la historia son sus favoritas.
Y eso no es todo, además vemos desde el comienzo de la serie a un misterioso hombre que va siguiendo a Hansel y Gretel, ¿quién será?
Una sonrisa roja como la sangre: Cuentos de los hermanos Grimm (7+) es una serie de Netflix, es del año 2021 y tiene 10 episodios de unos 30 minutos cada uno. Te la recomiendo.