Irse a explorar un lugar que has descubierto y que no aparecen en el mapa, sin avisar a nadie y sin ir bien preparado ya os digo que no es una buena idea. Este consejo les podría haber venido muy bien a los protagonistas de la película Abismo.
Mientras buscaba a unos excursionistas perdidos, Cash encuentra una cueva inexplorada en las profundidades de los bosques del norte de Australia que no aparecen en los mapas. Cash se lo cuenta a sus amigos que emocionados deciden ir a explorar la cueva.
Y así Cash, Jennifer, Eric, Yolanda y Viktor, se adentran en las profundidades de la cueva y todos son risas hasta que, cuando ya han recorrido un buen tramo, la cueva comienza a inundarse, cada vez va subiendo más el nivel del agua.
Pero esto no es todo, además las cuevas son el hogar de un cocodrilo al que no le gusta recibir visitas.
El grupo de amigos tendrán que encontrar la manera de salir de allí antes de que el agua suba demasiado y se ahoguen, o de que se conviertan en la comida del cocodrilo.
Se podrían haber preparado mejor para la excursión, si no saben lo que se van a encontrar ahí abajo, pues por lo menos que todos lleven algún cuchillo o navaja, que no lo digo pensando en que se pueden encontrar algo peligroso ahí abajo, si no por ejemplo por si tienen que cortar alguna cuerda.
Tampoco tiene sentido llevarse una lámpara y olvidarse de ponerla a cargar o llevar un arma y dejarla en el coche. Vamos que si se hubiesen preparado mejor antes de bajar a la cueva se habrían ahorrado muchos disgustos.
Y el cocodrilo o es muy tímido y no le gusta salir ante las cámaras o no le pagaban lo suficiente y por eso sale poquito.