La miniserie española Alguien tiene que morir está ambientada en la España conservadora de los años cincuenta y sigue a dos familias, los Falcón y los Aldama.
Gabino Falcón regresa a España, después de pasar diez años en México, y lo hace acompañado de su amigo Lázaro que es un bailarín mexicano.
Pero no regresa para quedarse, solo está visitando a su familia y en una semana Lázaro y él se irán de viaje para visitar París, Londres, Viena… antes de volver a México.
Esto no le gusta nada a su abuela Amparo y a su padre Gregorio, que son muy estrictos, ya que tienen otros planes para él, quieren que se quede en España y se case con Cayetana Almansa, aunque ninguno de los dos está enamorado del otro.
Mientras que su madre Mina solo quiere que su hijo sea feliz y no como ella, que se ve atrapada por un marido al que ya no quiere y una suegra a la que no soporta.
Gabino tiene un motivo más, además de no estar enamorado de Cayetana, para negarse a casarse con ella, es homosexual, al igual que Alfonso que es el hermano de Cayetana aunque se niega a aceptarlo.
Al poco de su llegada en el pueblo comienza los rumores sobre si Lázaro y él son pareja lo que les traerá problemas, ya que ser gay es considerado un delito por lo que puede acabar en la cárcel.
La serie Alguien tiene que morir la tienes en Netflix y cuenta con solo 3 episodios de unos 50 minutos cada uno. Para ser tan corta es todo un culebrón en el que hay mentiras, secretos, venganza y mucho odio.