Anatomía de un escándalo es una miniserie de solo 6 episodios en la que la vida de una mujer llamada Sophie se desmorona cuando su marido, que es un poderoso político, es acusado de un delito.
Sophie y James Whitehouse llevan 12 años casados y tienes dos hijas. Una noche James le confiesa a su mujer que ha tenido una aventura durante 5 meses con Olivia Lytton, una de sus asistentes, y que hace dos semanas cortó la relación.
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James pone las excusas típicas de «ella no significa nada para mí» «solo fue sexo» y cosas de esas. Se lo ha contado porque se va a hacer público esa misma noche y al ser un político muy conocido pues hay que tratar de atenuar el impacto que va a tener este escándalo.
Sophie está destrozada con la noticia pero trata de aparentar normalidad y arreglar su matrimonio recordando los buenos momentos y así de paso nosotros vemos cómo se conocieron y demás.
Pero lo peor aún está por llegar y es que Olivia ha acusado a James de violación y se va a celebrar un juicio. Además de seguir el juicio y la relación de James con Olivia, también vemos varios momentos del pasado de los protagonistas principales, incluida la abogada de la fiscalía que tiene un interés especial en este caso.
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La serie no está mal, van dosificando la información, cada uno cuenta su versión, algunos giros… pero ya en el primer episodio te haces una idea de cómo va a acabar la serie, sobre todo si ya has visto otras series con la misma trama, y efectivamente así es.