Después del confinamiento por el maldito coronavirus, volvemos poquito a poco a la normalidad. Con ella, nos damos cuenta que la falta de movimiento y el ansia por comer nos han pasado factura.
En los supermercados había desabastecimiento de harina y levadura. Todos de repente habíamos sacado a la luz nuestra pasión por la repostería y no precisamente la más saludable…
Queremos rectificar los errores cometidos durante la cuarentena y sus efectos secundarios reflejados en esos kilitos de más.
Con esta nueva sección de “Cuídate¨, vamos a ir recuperando, no tanto la silueta, que también, sino una rutina de vida más saludable.
¿Por dónde empezamos? Digo yo, que lo mejor será por el principio. Así que empecemos el día con dos opciones de desayunos que os traigo a continuación.
Aparte de que son saludables, están RIQUISIMOS!
Vamos a ellos, que se nos hace tarde y el tiempo es oro.
Birchermuesli:
2 cucharadas de copos de avena
1 Queso batido 0% de grasa (pequeño)
Pasas
Nueces
Canela
Unas gotitas de estevia o sacarina, según el dulzor que se quiera obtener (opcional, para los que nos gusta lo dulcecito).No tiene más misterio que añadir todos los ingredientes y remover, espolvorear la canela por encima si te gusta y ñam ñam a disfrutar.
La segunda opción es un poco más elaborada, pero te digo que vale la pena.
Crepes saludables:
1 huevo
3 cucharadas de leche desnatada
3 cucharadas de harina de espelta, puede ser también harina de avena si prefieres. Con que no sea harina blanca, que sino lo saludable se va al garete:)
Un poquito de aceite de coco o de oliva para que no se peguen los crepes a la sartén
Ponemos todos los ingredientes en un recipiente y mezclamos con la túrmix hasta obtener una masa homogénea.
Extendemos un poquito del aceite elegido en la sartén (aprox. 18 cm).
Te puedes ayudar de un trozo de papel de cocina para untar y que toda la superficie quede impregnada de la grasa.
Calienta la sartén a fuego alto, que esté bien caliente y vierte un poco de masa en ella.
Ve girando la sartén para que se reparta el líquido por toda la superficie.
Según el grosor que quieras obtener, le pondrás mas masa o menos.
Con esta receta te sale un crepe gordito o dos finitos.
Espera a que se formen burbujitas y veas que la masa no está líquida.
Dale la vuelta ayudándote de una espátula.
!Et voila¡ Cuando se haya hecho por la otra parte ya está listo para emplatar.
Ponle un poquito de sirope de agave, miel o cualquier endulzante que no sea azúcar refinada. (A mi se me fue la mano con el endulzante, ponle bastante menos :–)
Si se te hace poca cantidad, acompáñalos de fruta para saciarte.
¡Bon apetit!
Ya podemos empezar el día con energía y alegría.
Así que vamos, que todavía queda mucho que hacer.