Un ladrón profesional y su equipo se ven obligados a dar un último golpe muy peligroso tras adquirir una deuda de 40 millones de dólares. Esto es lo que veremos en este thriller con toques de comedia titulado El avión del dinero.
Jack es un ladrón que junto a su equipo, Trey, Iggy e Isabella, se dispone a robar un cuadro valorado en 40 millones de dólares para un hombre llamado Darius Emanuel Grouch II al que todos conocen como el Rugido.
Pero cuando llegan al museo el cuadro no está y parece que alguien les ha avisado de sus planes y tienen que huir con las manos vacías.
Esto no le gusta nada a Darius que amenaza con matar a la mujer y la hija de Jack si no accede a realizar un último trabajo para él: robar el avión del dinero.
El avión del dinero es una especie de casino aéreo cuyos clientes son delincuentes de élite y que vuela siempre en espacio aéreo internacional para no ser detenidos y que lleva a bordo además de mucho dinero en efectivo mil millones en criptomonedas.
Darius se encarga de darles identidades falsas para que puedan subir al avión y rápidamente Jack traza un plan.
Jack se hará pasar por un traficante de personas llamado Phillip Monroe que hace todos sus negocios digitalmente por lo que nadie sabe el aspecto que tiene y tratará de hacerse con el control de la cabina para sobrevolar una zona en la que puedan tener cobertura.
Isabella será una azafata del avión y tendrán que localizar y abrir la caja fuerte y encontrar los servidores.
Trey ser hará pasar por el señor McGillicuddy, el socio de Phillip, y una vez localizados los servidores hackeará el servidor y transferirá la contraseña de la criptocartera y enviará un enlace no rastreable a Iggy.
Y por último Iggy será el apoyo técnico en tierra y recibirá en el equipo que debe instalar los datos que le mandará Trey para poder robar las criptomonedas. Una vez lo consigan saltarán en paracaídas desde la bodega de carga y listo.
Y todo esto en un avión donde el que está al mando no duda en apretar el gatillo si alguien se salta las normas, como por ejemplo si hacen trampas, y con unos clientes que son criminales.