En la película El efecto Marcus: Los casos del Departamento Q seguimos con las investigaciones del Departamento Q que se dedica a investigar casos antiguos.
Esta nueva película viene con cambios, ya que los actores y actrices que interpretan a los personajes principales son diferentes a las cuatro películas anteriores, lo que resulta un poco raro al ver a Carl Mørck y Assad bastante cambiados.
Esta vez les llega un caso cuando un chico rumano de 14 años llamado Marcus, que viaja en tren para reunirse con su padre, es detenido en un control fronterizo de Dinamarca y tiene una página del pasaporte de un funcionario que lleva desaparecido cuatro años.
El caso se dio por cerrado pronto porque antes de su desaparición William Stark que, además de ser funcionario y trabajar en el Ministerio de Asuntos Exteriores era entrenador de natación, fue acusado por Jeanne, una niña de 13 años que aseguró que abusó sexualmente de ella tras un entrenamiento. Además la policía encontró discos duros de William con pornografía infantil.
Su mujer y su hija pequeña Thilde siguen convencidos de la inocencia de William, pero la policía dio el caso por cerrado tras su desaparición, aunque emitieron una orden de arresto internacional.
Tras investigar a William, Carl y su equipo descubre que poco antes de su desaparición y de su acusación había viajado a África donde investigaba unos fondos desaparecidos de varios proyectos de ayuda al desarrollo, como la construcción de un hospital.
Esta información les da a Carl y Assad una nueva vía de investigación para tratar de encontrar a William.
Para ello tratan de encontrar a Marcus, que ha conseguido escapar, porque Carl está seguro que sabe dónde está William.
Pero Carl y su equipo no son los únicos que buscan a Marcus, hay gente que trata de encontrarlo para evitar que cuente a la policía lo que sabe.
Todo esto lo iremos viendo en la película El efecto Marcus: Los casos del Departamento Q que es del año 2021 y tiene una duración de 2 horas. Al igual que las anteriores está basada en los libros del Departamento Q de Jussi Adler-Olsen.
Comparándolas con las otras películas del Departamento Q, esta para mí es la peor de todas porque además de cambiar a los actores que interpretan a Carl y Assad también han cambiado sus personalidades y no para mejor, sobre todo la de Carl que hace cosas que no haría el personaje de las anteriores películas.
Además Carl en esta ocasión ha dejado de fumar y se pasa mucho tiempo, sobre todo en la parte del principio, mascando chicle y acaba resultando hasta molesto tanto plano suyo viéndolo mascar una y otra vez.
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