Entró en una casa para robar… y se encontró a una mujer secuestrada, en la película de suspense Latidos en la oscuridad.
Resulta que Sean y Derek trabajan como aparcacoches en un restaurante. Mientras los clientes están cenando, en vez de aparcar el coche, utilizan el GPS o alguna documentación que hay en la guantera del coche, para encontrar la dirección de la casa y uno de ellos se va a robar cosas que no llamen mucho la atención, cámaras, relojes, tarjetas… pero no se llevan televisores, ordenadores y cosas que enseguida se vayan a dar cuentan y les hagan sospechar de ellos.
La cosa les va bien hasta que llega un cliente, que es bastante borde, llamado Cale Erendreich con su Maserati, y Sean se va a su casa para robar. Al principio todo va bien, hasta que entra en una habitación y se encuentra a un mujer encadenada.
Aunque en un principio intenta soltarla, no puede romper las cadenas y en vez de llamar inmediatamente a la policía, le entra el pánico y se acaba marchando dejando a la pobre chica allí.
Arrepentido, decide avisar a la policía pero las cosas no salen bien porque cuando Cale llega a su casa, se da cuenta que alguien ha estado allí y se las arregla para que la policía no vea nada sospechoso, y se lleva a la chica a otro sitio.
Por más que va a la policía, no le creen y piensan que lo que ocurre es que la tiene tomada con Cale y le piden que le deje de acosar o le detendrán.
Decidido a ayudar a la chica, y tras ver que ni el FBI parece querer ayudarle, decide espiar a Cale para saber dónde tiene secuestrada a la chica para esta vez rescatarla.
Pero Cale no tarda en averiguar quién es la persona que ha estado en su casa, lo que pone en peligro a todo el entorno cercano de Sean.