Paraíso e infierno: Intercambio de almas

Paraiso e infierno

La serie japonesa Paraíso e infierno: Intercambio de almas viene a ser una comedia de suspense en la que las almas de un supuesto asesino en serie psicópata y una inspectora de policía de Tokio se intercambian.

El nombre de esta inspectora es Ayako Mochizuki y trabaja en la unidad de investigación de asuntos penales, lo que viene a ser homicidios.

Ayako no es muy respetaba ni por algunos de sus compañeros ni por su jefe porque en una ocasión se empeñó en detener a un hombre al que consideraba culpable, mientras que el resto no lo veía así, y al final resultó ser inocente y por no querer soltarlo el hombre perdió un importante acuerdo de muchos millones y estuvo a punto de demandar a la unidad.

Ayako tiene un compañero de trabajo llamado Hideo Yamaki con el que forma equipo y con el que se lleva muy bien.

A la unidad llega el caso del asesinato del presidente de una importante empresa y aunque Ayako quiere llevar la investigación, se la acaba quitando Mitsuo Kawahara que trabaja en la misma unidad y al que no le importa saltarse las normas para tener éxito ni llevarse el mérito de otros compañeros. Digamos que Ayako y Kawahara son rivales.

Hace unos tres años mataron a otro hombre de un modo muy similar por lo que creen que se trata de un asesino en serie.

Ayako no se piensa rendir y sigue con la investigación por su cuenta para así poder demostrar a sus compañeros y jefe su valía. Y esta investigación la lleva a tener un claro sospechoso, Haruto Hidaka que es el presidente de una empresa que se dedica a fabricar productos de limpieza, mascarillas…

También descubre que Haruto fue sospechoso junto a un amigo suyo de una serie de asesinatos que se produjeron en Boston, pero el amigo desapareció y no encontraron pruebas suficientes para detener a Haruto que acabó volviendo a Japón para alejarse de todo aquello.

Ayako consigue convencer a la unidad de que Haruto puede ser el asesino en serie y van a realizar un registro de su casa y oficina para buscar pruebas contra él. Pero como el que va a estar al mando del registro es Kawahara, Ayako se quiere adelantar.

Esa noche lo encuentra en la calle y tras una conversación y unos acontecimientos se dispone a detenerlo, pero ambos se caen por las escaleras.

Cuando se despiertan en el hospital ambos descubren que sus almas se han intercambiando, lo que viene a ser que se han intercambiado los cuerpos.

Ahora Ayako tiene un grave problema porque está en el cuerpo de Haruto, al que ella misma a puesto como principal sospechoso de ser el asesino en serie psicópata al que están buscando. Mientras que Haruto está feliz porque esto le da una oportunidad de ser libre.

Al final a Ayako no le queda más remedio que hacer un trato con Haruto que consiste en que no la detendrá (recordemos que está en el cuerpo de él) pero a cambio ella tendrá que conseguir que sea absuelto y deje de ser sospechoso.

Además Ayako comienza a tener dudas de si Haruto es el asesino o está encubriendo a alguien, por lo que tendrá que intentar descubrir la verdad desde el cuerpo de Haruto hasta que consiga el modo de volver a intercambiar las almas.

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