Series míticas

Series míticas

Los adultos de más de treinta años pertenecemos a la legión de niños que dio el paso de la tele en blanco y negro a la de color. De tener sólo 2 canales a más de 9. Hemos sido cómplices de sus secretos y hemos crecido con ellas. Sirva este post como homenaje a las series míticas de la televisión.

Daremos un paseo por programas viejunos, sus años de emisión, valoración personal y una calificación sobre si merece la pena visionarla y así rescatarla del olvido.

Ah, tras las series más interesantes, también pondré una lista con series “a evitar” y el motivo de dicha evasiva.

Reincido en que este post es subjetivo y me consta que tengo amigos que disentirían sobre mi valoración. Me consta pero me da igual :). Para hacerme llegar cualquier sugerencia o consulta: tan sólo comenta este post.

 

Lista de series míticas ordenadas por fecha de emisión:

Monty Python’s Flying Circus (1969-1974). Hilarante, desternillante, única. Quien no conozca a los Monty Python, puedo afirmar con certeza, no sabe hasta dónde puede llegar el humor británico. Serie de sketches, a cada cual más absurdo, con el que no podréis parar de reír. Lo único que puede tirar para atrás a alguno que otro (pero que es un gran añadido desde mi punto de vista): VOS. Calificación: ALTAMENTE RECOMENDABLE.

El gran héroe americano (1981-1983). Una serie que, en su momento, resultaba muy divertida y con un eje central realmente jugoso. Un profesor al que unos alienígenas entregan un traje con super-poderes pero, y ahí comienza la gracia, pierde el manual de instrucciones y debe aprenderlo poco a poco. Lamentablemente es una serie que no ha encajado bien el paso del tiempo y ya no se puede apreciar su calidad tanto como antaño. Calificación: MUY BUENA EN SU DÍA.

La bola de cristal (1984-1988). Uno de mis primeros recuerdos era cuando era niño, madrugando un sábado por la mañana para ver este programa en blanco y negro. Hipnótico, transgresor, se atrevió a hacer algo que, a día de hoy, ningún otro programa ha conseguido igualar: Hacer que sus espectadores piensen. Calificación: OBLIGADO.

Sherlock Holmes (1984-1985). También podría haber incluido series míticas como Capitán Herlock o Saint Seiya, pero junto a Ulises 31 o los Tres Mosqueperros, esta es de las primeras que recuerdo con cariño. Basado en el original de Sir Arthur Conan Doyle, transcurre en un universo de animales antropomorfos, perros la mayoría. Calificación: RECOMENDABLE.

Dragon Ball (1986-2012). No es la serie con el que se originó el fenómeno manga, pero sí la que lo catapultó a la fama mundial. Dragon ball es el fenómeno que creó Akira Toriyama y que relataba las aventuras de un niño con cola de mono que viajaba por todo el mundo viviendo las mil y una aventuras. Pero ese crío tan “mono”, al final termina creciendo y, como en la vida misma, se repite más que el ajoaceite. El cénit de la serie se alcanzó cuando Goku se enfrenta a Freezer y se transforma por vez primera en super saiyan, tras la muerte de su amigo Krilin por parte de Freezer. A partir de ahí, la serie se puede resumir en: Yo soy más fuerte que tú, ¿ah sí?, pues ahora entreno hasta ser más fuerte que tú… y así hasta que se terminó la serie. Calificación: MUY BUENA EN SU DÍA.

Los Simpsons (1989-2012). ¿Qué se puede decir de esta divertida y crítica serie que todo el mundo conoce? Por ejemplo, que para mí sólo existen y existirán las 11 primeras temporadas. El motivo de ello es que, tristemente, el actor de doblaje que hacía de Homer, falleció. Carlos Revilla fue un miembro muy activo en su momento y, a motu propio, me partía de risa con Homer e incluso con el padre de Chef (South Park). Calificación: OBLIGADO.

Doctor en Alaska (1990-1995). Narra las peripecias del doctor Joel Fleischmann, un judío recién salido de la universidad que termina ejerciendo sus primeros años en Cicely, imaginario pueblo de Alaska. Sus personajes y sus diálogos son sus puntos fuertes, sin olvidar momentos estrafalarios y giros que dan un toque singular a esta serie que, otros muchos, califican de aburrida. Calificación: RECOMENDABLE.

Búscate la vida (1990-1992). Chris Peterson es el eterno niño en cuerpo de adulto que se mete en todos los embolados. Muy divertida en su momento, pero al igual que otras series, no ha envejecido bien. Calificación: DIVERTIDA EN SU DÍA.

 

Firefly (2002). Ambientada en un futuro en el que la Alianza ha vencido a los rebeldes, los supervivientes de los perdedores deben buscarse la vida como pueden, incluso transgrediendo la ley, como es el caso de la tripulación protagonista. VOS, excepto la película, que sí doblaron. Cancelada, pero con sólo 14 capítulos y una película conclusiva creó un punto de referencia en la ciencia-ficción televisiva. Una de las mejores series míticas. Calificación: MUY INTERESANTE.

Tan muertos como yo (2003-2004). Con Ellen Muth, una de esas protagonistas que te hipnotizan (rrrrrrr), con personajes sólidos y actores del corte de Mandy Patinkin (“Mi nombre es Íñigo Montoya…”), diálogos frescos y situaciones divertidas, una de las mejores series de su momento. Con continuos guiños y referencias a series de los 80, pero (¡sorpresa!) sólo emitieron 2 temporadas y una película autoconclusiva (¿Por qué todos los buenos se van los primeros?). Calificación: ALTAMENTE RECOMENDABLE.

Carnivàle (2004-2005). Ambientada durante la Gran Depresión de 1929 en Estados Unidos, relata dos historias paralelas: la de un cura que puede someter a los demás a su voluntad y la de un joven desahuciado con un sorprendente don, que es adoptado por un grupo de freaks (los originales y a quienes se debe su significado original) de una feria ambulante. Soberbia ambientación, personajes muy interesantes, trama típica pero inmortal del bien contra el mal. Cancelada, otro FAIL para Bollywood. Calificación: MUY INTERESANTE.

 

Series míticas que deberíais evitar:

A dos metros bajo tierra. De verdad que lo intenté, pero las dos veces que comencé a verla me quedé dormido. Por lo menos tiene un efecto sedante.

Bored to death. También lo intenté, pero vivir las “aventuras” de un joven llorica no era lo que más necesitaba en su momento.

True blood. Si ya estáis enganchados a esta serie… lo lamento. Vampiros contra hombres-lobo, esto suena a otro pestiño como el de Crepúsculo.

Fast forward. Una de esas series cuyo capítulo inicial es el único que vale la pena.

Flash Gordon. Ufff, su protagonista de Flash tiene lo mismo que de torero.

Hasta aquí el post de Series míticas. ¿Cuales son tus preferidas?

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