Good Omens o como se diría en la lengua de Miguel de Cervantes, Buenos Presagios, es una serie basada en la novela del mismo nombre y sería casi imposible hablar de la serie sin hablar del libro. Intentaré no hacer como el libro y evitar remontarme al principio de los tiempos, pero no prometo nada. En febrero de 1985 un casi desconocido en esa época Neil Gaiman hace una entrevista en un restaurante chino al casi desconocido aún Terry Pratchett que acababa de escribir su primera novela de mundodisco «El color de la magia«. Ambos se cayeron muy bien y se hicieron amigos.
Pocos años más tarde, Neil le mandó un relato corto de seis páginas titulado Guillermo el AntiCristo, con el problema que no sabia seguir la historia… y Terry tampoco. Hasta que tiempo más tarde Terry lo sacó del cajón, se le ocurrió como seguir y llamó a Neil. Así continuó todo, con llamadas constantes por teléfono e incluso mandándose disquettes por correo, ya que en esa época no existía para el público en general el email. Con el tiempo acabaron la novela y tuvo éxito, muchísimo éxito, y aparte de unirse dos genios de la escritura, principalmente atribuyó el éxito a una frase que ellos mismos dijeron «La hicimos para hacernos reír el uno al otro. La hicieron dos tipos que no iban a perder nada por pasárselo bien. No la hicimos por dinero».
Dejando ya de lado la historia de cómo se hizo, nos vamos a basar en la historia en si, la de un ángel llamado Azirafel (Michael Sheen) y un demonio llamado Crowley (David Tennant) que viven o más bien conviven con los humanos desde el principio de los tiempos, de hecho desde antes incluso. Aún con sus grandes diferencias, en el fondo los dos se han hecho relativamente amigos y saben que pronto será el fin del mundo, de hecho este sábado, justo antes de la cena (ya podía ser un lunes). Y esa extraña pareja, bien porque les cae bien la humanidad, bien porque viven muy bien a costa de los mortales, deciden intentar evitar el fin del mundo a toca costa.
Con todo esto se monta un rifirrafe que rebosa humor por los cuatro costados, metiendo en medio a un ‘inocente niño’, Adán, que es el anticristo. También reciben ayuda extra, como por ejemplo del libro «Las buenas y acertadas profecías de Agnes la Chalada» y su descendiente viva. Y por supuesto, no puede ser un buen apocalipsis si no están los cuatro jinetes del apocalipsis, Hambre, Guerra, Peste y Muerte. Aunque parece ser que a Peste lo van a cambiar por Contaminación. Cosas del guión.
Y hablando del guión, el guionista y uno de los productores es el mismo Neil Gaiman, fue una condición sine qua non que puso Terry Pratchet antes de morir para que esta serie se pudiera hacer, así que confio en que este casi a la altura del maravilloso libro en que se basa. Os dejo con el tráiler donde podréis ver como han hecho la serie y como está enfocada.