La divertida noche de los zombis es una comedia de terror, más de lo primero que de lo segundo, en la que unos niños abren un barril del ejército con lo que despiertan a los muertos de un cementerio cercano.

Todo comienza cuando el ejército está transportando unos barriles por carretera y uno de ellos se cae de la furgoneta.

Unos niños encuentran el barril, deciden abrirlo y en su interior había un zombi y un humo que se va extendiendo y llega hasta el cementerio.

Justo en el cementerio están Ed, Joey y Brenda que no están haciendo nada bueno. Ed se dedica a entrar en los cementerios para robar a los muertos y llevarse sus cabezas que luego vende. Y ha contratado a Joey para que le ayude, que a su vez se ha llevado a su novia Brenda que esperará en el coche.

El humo que ha llegado al cementerio despierta a los muertos que empiezan a perseguir a todas las personas con las que se encuentran para comerse sus cerebros.

A todo esto tenemos a otro niño que se llama Jesse y sabe lo de los barriles pero en vez de querer abrirlos él quería llamar al número que pone en el barril para avisar al ejército.

Con los muertos por toda la ciudad, Jesse, su hermana mayor, Tom que estaba haciendo la instalación de la televisión por cable en su casa, el doctor Mandel al que le piden ayuda, además de Joey, Brenda y Ed, acaban juntos tratando de librarse de los zombis.

Aunque la película no es que sea una maravilla tiene sus momentos divertidos ya que es básicamente una comedia.

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