Esta comedia de acción tailandesa que se titula Los décimos perdidos, tiene como protagonistas a cinco desconocidos sin suerte en la vida que montan una banda para recuperar sus décimos de lotería premiados, que están en manos de un mafioso.

Tay es el protagonista principal, un joven que estudia cuarto de Negocios y vive de la ayuda del Gobierno. Su madre se llama Toi y su padre les abandonó cuando su madre aún estaba embarazada y no lo han vuelto a ver.

Viven en Bangkok donde para sacar a su hijo adelante Toi se puso a vender lotería por las calles y le iba muy bien pero sufrió un accidente en el que se fracturó la cadera. Ahora Toi gana algo de dinero cosiendo en casa y su hijo Tay es el que ahora vende la lotería después del instituto.

Un día Toi llama a su hijo y le dice que separe los boletos que acaban en 69 porque ya ha vendido cuatro de los cinco que hay a personas que le han llamado por teléfono y son clientes habituales. Tay separa los cinco porque se queda uno para él como hace siempre.

Cuando Tay llega a casa hay unos tipos malos que han sido mandados por el mafioso señor Chye que le ha prestado dinero a su madre y lleva unos tres meses de retraso en el pago. Tay sale corriendo tal y como le pide su madre pero estos mafiosos le siguen y deciden quedarse con el maletín en el que están todos los boletos que vende de lotería, entre ellos están los cinco que ha separado.

Y mira por donde esta vez han tenido suerte en la lotería y su madre se pone muy contenta porque los boletos que le dijo que separara han sido premiados con 6 millones de bahts (unos 162.000€) cada uno.

A Tay no le queda más remedio que contarle lo que ha pasado y que esos boletos se los han llevado los mafiosos, que no saben que tienen los boletos premiados.

Esto es un grave problema porque ahí están los dueños de esos boletos que vienen a buscarlos y quieren su dinero.

Estas cuatro personas que han comprado los boletos son:

Beat que tiene a su padre en coma porque un ricachón se llevó por delante la caseta en la que trabajaba su padre como cerrajero. Como ese hombre tenía dinero se ha librado de pagar por ello y no se ha dignado ni a disculparse por lo que pasó.

Khung que empezó a boxear a los 12 años, ganó sus dos primeras peleas pero ahora tiene ya 32 años y no ha vuelto a ganar. Espera tener la oportunidad de ganar una tercera vez.

Zoe que trabaja como vendedora y cuida de su hermano pequeño tras la muerte de sus padres.

Wen que sueña con ser actor y poder demostrar su talento, pero hasta ahora solo le dan papeles en los que simplemente le disparan.

Ninguno de ellos ha tenido mucha suerte en la vida y para una vez que las cosas podrían mejorar sus boletos han acabado en malas manos.

Y el señor Chye tiene una fábrica de fuegos artificiales que usa como tapadera y en realidad además de prestar dinero se dedica a peleas de boxeo ilegales en las que se apuesta mucho dinero.

Tay reúne al grupo y les explica un plan que ha elaborado pero es un poco absurdo y peligroso por lo que no están muy seguros de que puedan tener éxito. Pero están tan desesperados por mejorar sus vidas que deciden intentarlo, aunque saben que si el señor Chye les descubre lo más probable es que acaben muertos.

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