En esta película de animación infantil titulada Los Elfkins, seguimos a unas criaturas que durante más de 200 años han estado viviendo bajo tierra, escondiéndose del mundo exterior para evitar cualquier contacto con los humanos… hasta ahora.
Hace años mientras los humanos dormían los elfkins les ayudaban realizando sus tareas. Hasta que una noche fueron a casa del sastre que necesitaba confeccionar un traje para el alcalde que debía estar terminado al día siguiente y lo consiguieron acabar a tiempo.
Pero la esposa del sastre quería ver a los pequeños ayudantes que hacían el trabajo mientras ellos dormían así que tiró guisantes por el suelo que hicieron que los elfkins se cayeran por las escaleras del sótano.
Desde entonces los elfkins dejaron de trabajar para los humanos a los que les tocó hacer sus tareas a partir de entonces.
Y pasamos a la actualidad donde el propósito de todo elfkins es dominar a la perfección un oficio, algo que no consigue Elfie por lo que decide salir al exterior para que un humano, que ella piensa que no son tan malos como dice la leyenda, le enseñe un oficio.
Elfie no sale sola al mundo de los humanos, va acompañada de Buck cuyo oficio es hacer velas y siempre está animando a Elfie, y también irá Kipp al que se le da bien construir inventos.
Los tres acaban en una pequeña pastelería que no pasa por su mejor momento y está a punto de cerrar para siempre porque ya nadie compra allí. Y Elfie le pide al dueño, que se llama Theo Hampus, que le enseñe a realizar deliciosos pasteles.
Theo tiene un hermano llamado Bruno y cuando eran pequeños tenían una muy buena relación, Theo se colaba en la pastelería de su padre para hacer pasteles que después Bruno, que era un buen comercial, se los vendía a los niños.
Pero cuando Theo ganó el campeonato internacional de repostería, Bruno se puso celoso y cuando murió su padre quería cerrar la pastelería para construir una fábrica para hacer pasteles en cadena.
Theo se negó y continúa preparando los pasteles de forma artesanal en la pastelería, mientras que Bruno ha construido una fábrica para hacer pasteles en cadena justo en frente, lo que está arruinando a Theo.
Ahora si Theo no consigue rápidamente dinero, Bruno se quedará con la pastelería y la demolerá para ampliar su fábrica.
Elfie, Buck y Kipp quieren ayudar a Theo a conservar su pastelería aunque al principio más que ayudar crean más problemas.