En Take Me estamos ante una comedia negra protagonizada por Pat Healy y Taylor Schilling.

Ray Moody, un hombre con un peculiar negocio, se dedica a la simulación de secuestros. La gente acude a él para que le secuestre durante 8 horas tras las cuales los libera. Algunos le contratan para vivir la experiencia de ser secuestrados y otras personas por otros motivos como ayudarles a comer más sano.

El negocio de Ray no pasa por su mejor momento, así que se alegra cuando recibe la llamada de una mujer, Anna St. Blair, que trabaja como asesora empresarial.

Anna le hace una oferta, quiere que la secuestre pero durante todo el fin de semana, y no solo ocho horas, y por ello le pagará 5.000 dólares, además quiere recibir alguna bofetada y no quiere saber detalles de lo que va a hacerle, ni la hora en la que será secuestrada… para que todo sea más real.

Ray va muy mal de dinero así que no duda en aceptar, está muy contento con su actuación y hasta hay momentos en lo que piensa que Anna se está metiendo muy bien en el papel de secuestrada.

Pero este trabajo se le complica a Ray cuando la policía busca a Anna y ella le dice que no es la persona que le llamó por teléfono.

Ray entra en pánico porque ahora si la libera y Anna va a la policía acabará en la cárcel por secuestro, pero si no la libera realmente estará cometiendo un secuestro. Un fin de semana que Ray no olvidará.

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