Un ladrón de bancos decide entregarse por amor pero las cosas no salen como se esperaba por culpa de unos policías corruptos, esto es lo que veremos en la película Un ladrón honesto.
Thomas James Dolan es un ladrón de bancos al que apodan el ladrón invisible y que ha robado 12 bancos en siete estados.
Hace un año cuando fue a alquilar unos trasteros conoció a una mujer llamada Annie Wilkins, que trabajaba allí, de la que se enamoró y han decidido irse a vivir juntos y dejar atrás su vida como ladrón.
Pero Thomas quiere llevar una vida honesta y dejar atrás su pasado, así que decide llamar al FBI para entregarse y hacer un trato. Thomas propone cumplir por sus robos una condena menor de no más de dos años y cumplirla en una prisión de Boston con derechos de visitas completos para que Annie pueda visitarlo en la cárcel.
A cambio Thomas entregará todo lo que ha robado en estos 8 años aproximadamente, unos 9 millones de dólares de los que no se ha gastado nada.
Como al FBI llaman muchas personas que dicen ser el ladrón invisible, al principio no se lo toman muy en serio pero el agente Sam Baker manda a dos de sus hombres a hablar con él.
Cuando llegan el agente Ramón Hall y el agente John Nivens, tras hablar con él van al trastero los dos solos y se dan cuenta de que Thomas dice la verdad ya que encuentran allí varias cajas con dinero.
Y ahí es cuando las cosas se le complican a Thomas ya que los agentes Nivens y Hall son corruptos y deciden quedarse con el dinero como ya han hecho otras veces.
Al final cuando van a matar a Thomas fingiendo que los ha atacado, acaban matando a otro agente del FBI y claro, las culpas van para Thomas que tiene que huir.
Ahora Thomas se ha metido en un buen lío por lo que tiene que conseguir limpiar su nombre demostrando que no fue él quien mató a ese agente y proteger a su novia Annie, ya que el agente Nivens no solo quiere matar a Thomas, también a Annie porque los vio en el trastero cuando cogieron el dinero y no quieren testigos.
Aunque el dinero lo cogieron los dos, al agente Hall no le gusta nada los métodos que utiliza el agente Nivens de arreglarlo todo matando, aunque no lo delata porque está implicado y no quiere acabar en prisión.
Que digo yo que si tiene 9 millones de dólares y el FBI no sabía la identidad del ladrón invisible pues tampoco había necesidad de entregarse, podía haber donado el dinero para buenas causas y ya está.
Pero no, a Thomas le preocupaba tener que ocultar esa parte de su vida anterior a su novia Annie, ahora que la relación ya era formal, por lo que decidió asumir el castigo por sus robos sin pensar que las cosas tomarían este rumbo que los pondría a los dos en peligro.