Sam le salvó la vida, ahora le toca a Adam ayudar a su amigo que puede acabar condenado a muerte. Esto es lo que veremos a lo largo de 1 hora y 36 minutos en la película Your Witness (Tu testigo) que es del año 1950.

Adam Heyward es un exitoso abogado que vive en Nueva York y un día recibe un telegrama de Mary Baxter pidiéndole que vaya a ayudar a su marido Sam Baxter que está en problemas.

Sam Baxter le salvó la vida a Adam durante la Segunda Guerra Mundial y por eso decide viajar hasta Inglaterra para ayudar a su amigo. Una vez allí descubre que Sam está acusado de asesinato y se enfrenta a la pena de muerte.

Sam vive con su esposa Mary y el pequeño Samuel Adam de tan solo tres meses y tienen unos establos en los que alquilan caballos para paseos o dan clases para aprender a montar a caballo.

Sam montó el negocio junto a un socio llamado Lawrence que también vive en el mismo recinto pero en otra casa y es el hombre al que ha matado Sam.

Lawrence era un mujeriego y le gustaba causar problemas. Una noche fue al pub y empezó a decir que el hijo que ha tenido Mary es suyo y no de Sam, cosa que es mentira.

Cuando esto llegó a oídos de Sam furioso fue a casa de Lawrence quien sacó un arma y en la pelea se disparó y Lawrence murió.

Según relatan lo sucedido Adam lo ve claro, ha sido en defensa propia y no debería ser condenado por asesinato.

Pero el problema está en que el arma era propiedad de Sam y la había cogido Lawrence porque sabía que Sam se pondría furioso al escuchar lo que estaba diciendo de su hijo.

Así que la policía cree que lo que sucedió fue que Sam se fue a casa, cogió el arma y disparó a Lawrence porque estaba furioso.

Cuando Adam consigue hablar en prisión con su amigo Sam, él le cuenta que mientras peleaba con Lawrence escuchó a una persona en una de las habitaciones y como era un mujeriego está seguro que era una mujer.

Su abogado y la policía lo investigaron pero al no encontrar pruebas de que hubiese alguien más en la casa creen que se lo está inventando.

Adam cree que esa supuesta mujer que había en la casa no aparece porque admitir que estaba ahí pondría en peligro su reputación y más si resulta que está casada.

Para ir interrogando a la gente contará con la ayuda de Alex Summerfield, ya que él no conoce a la gente del pueblo.

Mientras se va celebrando el juicio vamos siguiendo a Adam que intenta desesperadamente encontrar a la mujer que fue testigo de lo sucedido para que admita que Sam lo mató en defensa propia y así sea declarado inocente.

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