En esta comedia de acción titulada El hombre de Toronto, un empresario es confundido con un peligroso sicario.
Teddy Jackson es un empresario que intenta vender sus productos deportivos sin mucho éxito. Por el cumpleaños de su mujer Lori se van un fin de semana a una cabaña en Onancock, Virginia.
Primero deja a su mujer en un spa que ha reservado para ella y Teddy va a la cabaña para instalarse, pero no se ha imprimido bien el papel de la reserva y se confunde de cabaña.
Resulta que a la cabaña que va Teddy es en la que habían quedado unos malos con un sicario al que llaman El hombre de Toronto y por eso lo confunden con él. Teddy no quiere sacarles de su error porque si lo hace le pueden matar y acaba apareciendo el FBI que le pide que siga haciéndose pasar por el El hombre de Toronto porque los malos creen que es él.
El hombre de Toronto es un sicario experto en 23 artes marciales, que establece contacto con sus clientes mediante códigos de poesía norteamericana del siglo XIX y se crio en un lago helado de Canadá en medio de la nada con su abuelo que fue devorado por un oso.
El FBI intenta encontrar al excoronel Sebastián Marín que está planeando un atentado y ha contratado al Hombre de Toronto para que le consiga una información que necesita para su plan.
Como no puede contarle nada a su mujer, un agente del FBI la va entreteniendo ya que se supone que la misión de Teddy va a ser fácil, queda con los malos en el lugar indicado y así atrapan a Marín.
Pero las cosas se van complicando y aparece el verdadero Hombre de Toronto al que no le gusta que le roben el trabajo y quiere el dinero que recibirá por esta misión pero claro, los malos creen que Teddy es él por lo que tiene que acompañarlo hasta que realicen el encargo y consiga su dinero.
La película tiene varios momentos de acción que la hacen entretenida y luego de la parte de comedia tenemos lo torpe que es Teddy pero la más gracioso son algunos diálogos entre Teddy y el Hombre de Toronto.
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