Una madre iba a comenzar una nueva vida con sus dos hijas en la casa que ha heredado, pero todo se vuelve una pesadilla cuando son atacadas por unos intrusos. Esto es lo que nos espera en la película de terror Ghostland.
Pauline va camino de su nuevo hogar, una casa que ha heredado de un familiar, con sus dos hijas, Beth y Vera.
Cuando llegan a la solitaria casa vemos que está llena de muñecas antiguas entre otras muchas cosas. Pero no les da tiempo ni a instalarse porque al poco de llegar a su nuevo hogar son atacadas por dos hombres que las han seguido hasta allí (por el camino los habían visto en una furgoneta de helados).
Uno de los intrusos es un grandullón que no habla, solo emite gruñidos, y solo quiere jugar con «muñecas» a las que destroza mutilándolas o a golpes. Y el otro intruso es un hombre con peluca y de pocas palabras que se encarga de vestir a las chicas como si fuesen muñecas en las casas en las que van entrando, para que el otro juegue con ellas a su modo bestial.
Tras este incidente vemos a Beth unos años después que es una famosa escritora de libros de terror y su último libro Incidente en Ghostland está teniendo mucho éxito y trata sobre lo que pasó en esa casa.
Tras recibir una preocupante llamada de su hermana Vera, decide regresar a la casa en la que ocurrió todo y en la que aún vive su madre con Vera, que sigue traumatizada por lo que pasó y revive la misma noche una y otra vez.
Una vez allí Beth se preocupa por lo mal que sigue su hermana y esto sumado a las cosas extrañas que van pasando nos lleva hasta un giro que más o menos ya te lo ves venir.