Desde el comienzo de la película Kommissarie Späck ya nos dejan claro que es una comedia absurda. El protagonista es el comisario Mårten Späck que tiene sobrepeso porque se pasa el día comiendo, rara es la escena en la que no está comiendo, y no es que sea muy espabilado.
A este policía le toca investigar la muerte de Harald Hamrell de 49 años al que ha encontrado muerto en la cocina su esposa Cecilia cuando volvió del trabajo.
El cadáver tiene muchos utensilios de cocina clavados en el pecho (varios cuchillos, tijeras, tenedores…) y al verlo Späck está seguro de que se trata de un suicidio, aunque no todos piensan como él.
En la investigación de este caso le ayudarán Grünvald Karlsson que siempre está enfadado y tiene problemas para controlar su ira, además de una nueva compañera, la policía Irene Snusk que es muy inteligente y está preparada para la acción.
Como en la escena del crimen encuentran un DVD de una película que no sale a la venta hasta dentro de unos cuatro meses, sospechan que la muerte puede estar relacionada con una banda que distribuye DVDs piratas.
Aunque su jefa les dice que ellos están en homicidios y deben dejar que Holk, del departamento de antipiratería sea quien investigue a la banda que distribuye DVDs piratas, ellos no están dispuestos a abandonar el caso y piensan llegar hasta el final.
Toda la película está llena de cosas absurdas como la teoría que Späck les cuenta a sus compañeros de que la víctima podría ser responsable de otras muertes y sería un suicidador en serie, que no reconozcan a alguien con tan solo ponerse un bigote postizo, los obstáculos que se van encontrando cuando persiguen a alguien…