La película La ira de Dios está basada en la novela La muerte lenta de Luciana B del escritor Guillermo Martínez, y seguimos a una mujer que está convencida que un famoso escritor de novelas policíacas está matando a su familia haciéndolo pasar por accidentes.

Luciana Blanco vivía con sus padres y sus hermanos Bruno, Ramiro y Valentina. Hace 12 años comenzó a trabajar como asistente del escritor Kroster, él le iba dictando su novela y ella la escribía en el ordenador. Hasta que ocurrió algo y ella dejó de trabajar para Kroster.

Poco después murió la mujer y la hija de Kloster y Luciana les tenía mucho cariño, sobre todo a la niña, y se sentía mal por lo ocurrido.

En la actualidad Luciana, que vive con su hermana pequeña Valentina que no sabe nada de lo que sucede, se ha puesto en contacto con Esteban Rey, otro escritor para la que fue asistente y que no tiene una buena relación con Kroster, que actualmente trabaja en un periódico.

Luciana le pide a Esteban que escriba su historia en la que asegura que Kroster lleva diez años matando a su familia por venganza. El problema es que las muertes en teoría son accidentales por lo que aunque ella lleva años diciéndole a la policía que las ha matado Kroster, la toman por loca y no le hacen caso.

Esteban no sabe muy bien lo que pensar y Kroster por supuesto dice que todo es una coincidencia y no tiene nada que ver con las muertes de los familiares de Luciana.

Durante la película retrocedemos hasta que Luciana trabajaba para Kroster, hace doce años, y avanzamos para ir viendo todo lo que pasó en los años siguientes hasta llegar al momento actual en el que Luciana trata de salvar a sus seres queridos que aún quedan con vida.

Lo que menos me ha gustado de la película La ira de Dios ha sido el final, ya que aunque ya te lo ves venir desde el principio esperaba algún giro inesperado de última hora.

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