En Spiderhead estamos ante una película de suspense en la que a unos presos de una cárcel de última generación se les administra unas drogas capaces de controlar sus emociones.
Todos los participantes de este experimento son presos, tanto hombres como mujeres, que lo hacen voluntariamente. Han firmado su consentimiento y así cumplen la condena en una prisión especial mixta donde tienen muchas más comodidades y se pueden mover con más libertad como si estuviesen en una casa ya que no hay celdas con barrotes ni guardias.
El experimento lo realiza un hombre llamada Steve Abnesti, que también se administra las drogas, junto a su ayudante Mark que a diferencia de Steve se siente mal por algunas cosas que van sucediendo. Las drogas las administran con unas cápsulas que llevan un líquido que se introduce en un aparato que llevan cada uno en la zona lumbar y las activa Steve con un móvil.
Al que más seguimos es a un preso llamado Jeff que parece haber encontrado allí el amor con una presa llamada Lizzy.
Steve va sometiendo a Jeff y a otros presos a diferentes drogas cuyos nombres ya nos dejan bastante claro los efectos que tienen. Están Risotril que te hace reír por cualquier cosa incluso en noticias tristes, Amamina que te hace desear a la persona que tienes junto a ti aunque no te atraiga nada de nada, Agonidrina que te produce una insoportable agonía… y así varias drogas.
Básicamente eso es lo que va pasando en la película, Jeff va probando varias drogas algunas cono otros presos, tanto hombres como mujeres, vemos cómo reaccionan hasta que Jeff descubre algo que le hace dudar sobre la verdadera finalidad de las drogas que les están administrando.
Si te apetece ver la película Spiderhead la puede ver en Netflix y su duración es de 1 hora y 47 minutos, pero sinceramente no te la recomiendo, porque se me ha hecho muy aburrida y larga, tanto que he tenido que hacer varias pausas, y a penas pasa nada interesante, aunque esto es mi opinión personal y puede que a ti te encante.
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