Un agente de la CIA ya retirado tiene que volver a la acción por alguien del pasado que tiene cuentas pendientes.
Robert Michaels vive desde hace tres años en un complejo militar aislado, que está situado el las montañas del norte de California, en el que viven agentes de alto rango de la CIA ya retirados.
Todo va bien hasta que su hijo Paul, con el que lleva todo este tiempo sin hablar, lo localiza y se presenta porque necesita que firme un préstamo para salvar su empresa.
Paul no sabe nada del pasado de su padre, toda la vida ha creído que era vendedor de aparatos médicos.
Pero esta no es la única visita que le espera a Robert, resulta que a Paul le ha seguido un grupo de mercenarios que han sido contratados por Frederic Balzary.
Cuando trabajaba en la CIA, vigilando y neutralizando el mercado financiero europeo, Robert iba tras Frederic por sus asuntos nada legales y aunque no consiguió detenerlo sí que pudo quitarle unos 600 millones de dólares y ahora Frederick quiere recuperarlos. Para ello necesita un código que tiene Robert y está dispuesto a todo para conseguirlo.