Llega la primavera y con ella las ganas de salir y pasarlo bien. La Feria de Abril es un buen evento para calentar el cuerpo.
Vamos a ver primero como empezó todo…
Orígenes de la Feria de Sevilla
Los concejales José María Ibarra y Narciso Bonaplata, propusieron celebrar una feria todos los años en abril. En aquel entonces con carácter mercantil para compra y venta de ganado.
La Reina Isabel II lo aprobó y se celebró el 18 de abril de 1847 en el Prado de San Sebastián (Sevilla). Acudieron a la primera Feria, nada mas y nada menos que 25 000 personas.
La Feria de Abril hoy en día
Ya no se vende ni compra ganado, pero la feria se ha mantenido, convirtiéndose en un evento de carácter festivo.
El olorcillo a gamba y «pescaito» que inunda las calles y las alegres Sevillanas, no dejan a nadie indiferente.
Y esos trajes de flamenca que van a juego con el colorido de los farolillos que decoran las casetas.
Hay dos clases de casetas en la Feria de Abril.
Unas de carácter público, donde puede acceder todo el mundo y las privadas, que están reservadas a los socios e invitados.
Lo que no te puedes perder, es la buena comida, el «rebujito»(bebida que se compone de vino de manzanilla o fino con hielo y gaseosa como Sprite) y sobre todo, las Sevillanas.
A continuación para que vayas bien preparad@ a la Feria, aprenderás a bailar la primera y segunda Sevillana.
Con eso saldrás del paso sin complicarte demasiado, ya que la tercera y cuarta Sevillana es un poco más complicada, así que repite la primera y la segunda en su lugar.
¡Amos quill@ a bailar!
La primera
La segunda
Si no tienes oportunidad de ir a Sevilla no te preocupes. Puede que en tu ciudad o cerca se celebre una “pequeña Feria de Abril“, ya que se ha popularizado mucho en los últimos años.
¡Venga ponte un clavel en el pelo o un sombrero y vamos a disfrutar!