La película dramática Una chica perfecta está basada en una historia real y se divide en tres partes en las que vamos siguiendo a los protagonistas de esta tragedia.
Comienza el 1 de marzo de 1999 cuando Mike Barber va en su coche a recoger a su hija Rachel en la estación del tranvía tal y como habían quedado, pero su hija no aparece.
Rachel tiene 15 años y va a clases de baile al igual que su novio Manni que asegura a los padres que la dejó en la estación, pero también les cuenta que ella le ha mencionado que tenía un trabajo esa noche con una amiga mayor en el que iba a ganar mucho dinero, pero no le dio más detalles.
Rápidamente Mike se lo cuenta a su esposa Elizabeth y aunque acuden a la policía no le dan importancia alegando que es una adolescente y puede estar de fiesta o con su novio. Así que Elizabeth y Mike deciden buscar a su hija por su cuenta.
Después la película se centra en Caroline que era una joven que vivía justo en la casa de enfrente y hacía de canguro para los Barber en 1995.
Caroline es una joven sin amigos, con ataques de ira y con depresión que odia su cuerpo al verse gorda y fea.
Sus padres se divorciaron y desde pequeña está empeñada en conseguir ser la hija de la que su padre pueda estar orgulloso, aunque él no parece hacerle mucho caso, y escribe unas cartas un tanto inquietantes.
Después vamos viendo un poco de la vida actual de Caroline y vemos que es la responsable de la desaparición de Rachel.
Después ya pasamos a conocer a Rachel y sabremos lo pasó el día de su desaparición, mientras los padres no dejan de luchar por averiguar dónde está su hija y saber lo que le ha sucedido, sin sospechar que la responsable es alguien a la que ya conocen y que está obsesionada con Rachel al considerarla una chica perfecta.