Aquí estamos como cada día, esta vez para comentar un poquito la serie de anime Cannon Busters para los que aún no la conocéis.

Es una serie que tiene unos protagonistas que forman un peculiar grupo. Tenemos a un fugitivo inmortal llamado Philly el Niño que cada vez que lo matan, cosa que ocurre con frecuencia porque hay una recompensa por él y son muchos los cazarrecompensas que lo buscan, a los pocos minutos resucita y le aparece en su cuerpo tatuado el número de las veces que ha muerto, cuando comienza la serie ya ha muerto más de 20 veces.

Philly el Niño tiene un cadillac rosa llamado Bessie que va con monedas (como las máquinas recreativas) con una moneda lo puede conducir y con cuatro monedas se activa el modo «Toro salvaje» y el cadillac se convierte en un robot tipo transformer.

Y después tenemos a un androide llamado Sam que es todo bondad ya que su principal función es ser amistosa. Viaja junto a un robot de mantenimiento que se llama Casey Turnbuckle al que conoció hace unos días.

Sam es del reino de Bótica que ha sido atacado y ha viajado hasta muy lejos para buscar a Philly el Niño para que le ayude a llegar al castillo de Gara, que es el lugar al que han llevado al príncipe Kelby de Bótica para ponerlo a salvo y es su mejor amigo.

Aunque a Philly no es que le haga mucha ilusión viajar en compañía, acaban viajando todos juntos en un viaje lleno de peligros, porque no solo están los que quieren matar a Philly, también están los que están buscando a Sam.

Tiene un poco de todo, momentos de acción y otros momentos divertidos, sobre todo por la forma de ser de los protagonistas que son muy diferentes, mientras que Sam y Casey siempre están alegres y de buen humor, Philly es un gruñón y no para de quejarse por todo.

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