El diablo en Ohio es una miniserie de suspense de 8 episodios de unos 40 minutos cada uno en la que una psiquiatra decide acoger a una joven que ha huido de una misteriosa secta, lo que puede poner en peligro a su familia.
La joven Mae Dodd de unos 16 años se ha escapado de su casa y acaba en el hospital de Remmingham en el que trabaja una psiquiatra llamada Suzanne Mathis.
Mae al principio no habla y le están curado una herida ocasionada porque alguien le ha marcado un pentagrama invertido en su espalda.
Poco a poco Mae va cogiendo más confianza con la doctora Mathis y ya le dice su nombre y le va contando cosas de su vida.
Suzanne Mathis vive con su marido Peter y sus hijas Helen, Jules y Dani que ven su vida trastocada cuando Suzanne decide acoger a Mae para que viva con ellos.
A parte de con Suzanne con quien más se relaciona Mae es con Jules porque tienen la misma edad y van a las mismas clases en el instituto, aunque esto también provoca algunos que otros celos por parte de Jules, porque ve como mientras ella no tiene amigos en el instituto y le cuesta relacionarse con los demás, Mae pronto se hace popular y hasta se interesa por Mae el chico que a ella le gusta.
Además de ir viendo cómo es la convivencia con la familia, Suzanne y el inspector Álex López no tardan en descubrir que Mae se ha escapado de una secta del condado de Amon adoradora de satán y van tras su pista, ya que para ellos Mae es muy importante y quieren que regrese, algo que Suzanne trata de evitar.
La convivencia se va volviendo tensa con Mae porque se suponía que iba a ser algo de pocos días, ahora son meses y Peter no está cómodo con ella allí.
La miniserie ya te aviso que lleva un ritmo muy tranquilo, quizás demasiado, y la historia de la secta la conocemos sobre la mitad de la serie que es cuando se empieza a poner más interesante.
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