Basada en una historia real, la película argentina El patrón, radiografía de un crimen sigue la historia de un carnicero analfabeto que trabaja en Buenos Aires para un jefe explotador al que acaba matando.
Al comienzo de la película el abogado Marcelo Di Giovanni se acaba haciendo cargo del caso de Hermógenes Saldívar que se enfrenta a una cadena perpetua por homicidio.
A partir de ahí vamos viendo todo lo que pasó, los preparativos para su defensa, además de algunos momentos de la vida personal de Di Giovanni con su mujer Clara con la que tiene una niña pequeña.
Todo comienza cuando Hermógenes Saldívar consigue trabajo en negro, ya que ni tiene contrato, con el señor Latuada. Al principio se encarga de descargar los camiones para lo que tenía que ir cargando en sus hombros las pesadas piezas de carne y meterlas en las carnicerías.
Al poco tiempo Latuada, le comunica que a partir de ahora se hará cargo él solo de una carnicería, y le cobra dinero por vivir en la trastienda junto a su mujer Gladys, que acabará trabajando en la casa de Latuada aunque no le paga.
A pesar de tener que vivir en la trastienda, donde no tienen muchas comodidades, al principio son felices y piensan que su situación mejorará.
Latuada decide llamarlo Santiago y solo le llama Hermógenes cuando le quiere echar la bronca por algo, como cuando descubre que va a tirar la carne que está en mal estado.
Así que Armando, uno de los empleados de otra carnicería, le explica cómo se deben hacer las cosas. Tiene que lavar la carne en mal estado para eliminar el mal olor y venderla sin que los clientes se den cuenta de que está mala. Le dice que así funciona en las carnicerías y que si no lo hace Latuada pondrá a otro en su lugar.
Aunque Hermógenes no ve bien «camuflar» la carne podrida hace lo que le piden y eso que cada vez llega la carne en peor estado.
A lo largo de la película vamos viendo las cosas que le obliga a hacer Latuada, lo mal que lo trata tanto a él como a su mujer, las mentiras que le va contando y el momento en el que Hermógenes ya no pudo más.