En esta película de suspense, titulada Final de trayecto, una familia que va camino de su nuevo hogar tiene un viaje de lo más accidentado que pone en peligro sus vidas.
Brenda Freeman está a punto de comenzar un viaje de tres días para mudarse a vivir con su madre en Houston, Texas.
Se ha visto obligada a hacerlo porque su marido se puso enfermo, por desgracia murió, y gastó mucho dinero en la quimioterapia lo que le ha llevado a tener que dejar su casa y mudarse con su madre.
Brenda viaja en coche con su hija Kelly, con su hijo Cameron y su hermano Reggie. Al principio el viaje va con normalidad, las normales quejas de los hijos por tener que mudarse y cosas así.
Cuando paran en un motel para pasar la noche escuchan un disparo en la habitación de al lado en el que cuando van a mirar hay una persona que acaba muriendo.
Pero antes de irse Reggie ve una bolsa con mucho dinero en la habitación de ese tipo y decide cogerla para así ayudar a su familia que lo está pasando mal.
Pronto las cosas se complican para ellos porque ese dinero procedía de un cártel de la droga y el tipo de la habitación se lo tenía que entregar al peligroso señor Cross, pero decidió quedárselo.
Ahora ese hombre está muerto y el señor Cross ha averiguado que ellos estaban en la habitación de al lado y sabe que han cogido el dinero.
Cuando Brenda se entera de lo que ha hecho su hermano no se lo toma muy bien, aunque sabe que sus intenciones eran buenas, y enseguida se pone en contacto con el señor Cross, que le ha estado llamando por teléfono, para devolverle su dinero.
Para conseguir su dinero Cross secuestra al pequeño Cameron lo que lo convierte en algo personal y Brenda es capaz de cualquier cosa con tal de recuperar a su hijo.
Pronto es evidente que Cross no se va a conformar solo con recuperar su dinero y la familia tendrán que encontrar la manera de salir de esta situación con vida.