A pesar de lo que pueda parecer por su nombre, la película La casa del miedo no es de terror, es una película de suspense juvenil recomendada para mayores de 12 años por lo que si la ves ya sabes que miedo no vas a pasar, pero sí que te puede entretener.
Todo comienza cuando por motivos de trabajo la familia Reitsch se muda de una gran ciudad a un remoto pueblo llamado Eisenkappel. Aunque a la madre no le ha quedado más remedio que mudarse, a su hijo mayor Hendrik de 16 años no le ha gustado nada el cambio, mientras que su hijo pequeño Eddi de 10 años está contento con el cambio, además como le gustan los insectos allí seguro que encontrará muchos.
Desde su llegada Eddi comienza a comportarse de un modo extraño, anda sonámbulo, escribe en las paredes y habla en esloveno (cuando Eddi no sabe ese idioma) lo que llama la atención de su hermano mayor.
Y es que el señor Röckl que les vendió la casa se olvidó de mencionar que la gente del pueblo dice que está encantada. Un niño del pueblo llamado Fritz le cuenta a Hendrik que en 1980 allí vivían Amalia Polzmann con sus dos hijos Ralf y Roland, que eran de Eslovenia. Un día la madre envenenó la comida de los niños y tras matarlos se suicidó. Aunque han pasado 40 años la gente del pueblo está segura que sus fantasmas siguen en la casa.
Tras comprobar por internet que la historia que le ha contado Fritz es cierta y ver que su hermano pequeño sigue comportándose de forma extraña, deciden investigar pero para ello necesitan a alguien que hable esloveno y casualmente la adolescente Ida lo habla y se une a la investigación, además de hacer que a Hendrik ya no le parezca tan malo el pueblo.
Tras un primer contacto con uno de los fantasmas de la casa, les dice que Amelia es inocente. A partir de ahí poco a poco los jóvenes van encontrando pistas hasta descubrir la verdad de lo que pasó hace 40 años.