Lo que sucedió en el edifico Visser lo irá averiguando poco a poco un hombre llamado Dan a medida que vaya restaurando unas cintas de vídeo en la serie Archivo 81.
En el año 2019 Dan se dedica a restaurar viejas cintas de vídeo y un hombre llamado Virgil Davenport, que es el presidente de la empresa LMG le contrata para que restaure unas cintas de vídeo procedentes de un incendio. Las grabaciones son confidenciales por lo que no puede hacerlas públicas y por ello le pagarán 100.000 dólares. Eso sí, debe realizar las restauraciones en unas remotas instalaciones de la empresa rodeadas de naturaleza, donde estará solo.
Esas cintas fueron grabadas por una joven llamada Melody Pendras en el año 1994 cuando estudiaba antropología sociocultural en la universidad de Nueva York y estaba haciendo una tesis sobre una pequeña comunidad que vivía en los bloques de pisos Visser.
Cuando Melody grababa las cintas, se produjo un incendio que dejó 13 desaparecidos. Lo curioso es que ese bloque de pisos fueron construidos por un arquitecto desconocido sobre las ruinas de una mansión que también se incendió en el año 1924.
Melody no escogió ese lugar por casualidad, intenta localizar a Julia Bennett, que es su madre biológica, que se supone que vivió allí y trata de saber si alguno de los vecinos le puede ayudar a encontrarla.
Dan perdió a su familia en un incendio y al poco de comenzar el visionado de las cintas ve a su padre, que era profesor de psicología en la Universidad de Nueva York, y descubre que Melody y su padre se conocían y este dato está seguro que Virgil Davenport lo sabía y por eso le eligió a él para restaurar las cintas.
Durante cada episodio se van intercalando momentos del pasado con Melody con su cámara de vídeo grabándolo todo y así poco a poco vamos conociendo a los vecinos y lo que sucedió, con algunos momentos del presente donde Dan trata de encontrar respuestas con la ayuda de su amigo Mark Higgins que tiene un programa llamado Señales Misteriosas sobre supuestos casos reales sobrenaturales.
Archivo 81 es una serie de Netflix de 8 episodios de unos 55 minutos cada uno. Para conseguir que mantengamos el interés, Dan va viendo cosas extrañas en la cinta aunque seguramente no tardarás en imaginarte por donde va la cosa.
Y además aunque les separa 25 años en el tiempo, en ocasiones Dan y Melody tienen como alucinaciones o sueños, en los que ambos están en el mismo lugar conversando como si nada.
En conjunto la serie está bien, te engancha para querer saber más cosas de las que sucedieron, aunque el final de la serie ya te lo ves venir. Aunque eso sí, tal y como termina todo apuntaba a que habría una segunda temporada, pero desgraciadamente Netflix decidió cancelar la serie dejando un final a medias.
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